Muchas veces los niños experimentan episodios angustiantes durante la noche, que para los papás pueden ser desconcertantes e igualmente angustiantes. Generalmente asumimos que fue una muy mala pesadilla pero, no siempre es el caso.
Las pesadillas suelen ocurrir en la última parte de la noche, a menudo después de la medianoche. Por lo general tu hijo podrá decirte exactamente con qué estaba soñando y tendrá la capacidad de calmarse en unos minutos.
Por otro lado, existen los terrores nocturnos (TN), estos generalmente ocurren en la primera parte de la noche, a menudo alrededor de 1 a 2 horas después de que tu pequeño se ha ido a dormir. En un TN los niños no están soñando nada, pero su cuerpo y verbalizaciones pueden parecer estar angustiados, haciendo movimientos abruptos, gritando o como fuera de sí. En un terror nocturno tu niño parece estar entre dormido, no realmente lúcido o despierto, mientras que en una pesadilla, los niños se despiertan por completo y lloran hasta que llegas.
Una de las mayores diferencias entre las pesadillas y los terrores nocturnos es la conciencia por parte del niño. Con las pesadillas, los niños pueden recordar la experiencia con detalles vívidos pero cuando se trata de terrores nocturnos, ellos no recuerdan nada del evento a la mañana siguiente.
¿Qué pasos puedo tomar para reducir los terrores nocturnos o las pesadillas?
1-Limita las películas de miedo y la televisión, no solo antes de acostarse, sino también durante el día.
2-Si el clima está agradable realicen actividades al aire libre, o bien busquen juegos divertidos dentro de casa.
3- Asegúrate de que tu pequeño tenga un horario apropiado para su edad. A veces, las pesadillas pueden ser causadas por saltarse siestas, acostarse demasiado tarde y estar demasiado cansados. Los niños pueden ocultar bastante bien los signos de cansancio, lo que lleva a algunos adultos a creer que no necesitan una siesta.
4- Prende una tenue luz de noche antes de salir del cuarto y asegúrate de que tu hijo tenga la oportunidad de mirar alrededor de la habitación en busca de sombras “cuestionables” que puedan parecer más aterradoras en la oscuridad.
Un nuevo cambio en la vida de un niño pequeño a menudo puede desencadenar miedos o pesadillas, como una mudanza reciente o una nueva escuela, así que considere cualquier cosa importante que esté sucediendo en sus vidas y platica sobre ello.